¿Qué es el Biochar?
El biochar es un compuesto orgánico carbonizado generado a partir de un proceso llamado pirólisis. Este proceso implica la descomposición de materia orgánica como residuos agrícolas, madera, estiércol, entre otros. a temperaturas elevadas, generalmente entre los 300 y 800 grados Celsius, en un ambiente controlado en ausencia de oxígeno. Mediante el calor este proceso degrada la materia orgánica en sus componentes básicos (carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y otros nutrientes).
Gracias a sus propiedades altamente porosas y al ser un compuesto estable, el biochar se utiliza comúnmente como un aditivo para el mejoramiento de suelos, siendo capaz de incrementar la retención de agua y nutrientes favoreciendo la eficiencia en el uso de fertilizantes y propiciando al óptimo crecimiento de las plantas. Además, el biochar también puede mejorar la estructura del suelo, reduciendo la compactación y mejorando la porosidad del mismo. Estos beneficios pueden ayudar a reducir la erosión del suelo, la pérdida de nutrientes por escorrentías y mejorar la resistencia de los cultivos a condiciones adversas.
El biochar también se considera una forma efectiva de almacenamiento de carbono, ya que las estructuras de carbón de este componente son altamente estables y no se descomponen fácilmente. Esto significa que el carbono almacenado o “secuestrado” en el biochar puede permanecer en el suelo durante décadas o incluso siglos. Por lo tanto, el uso del biochar en la agricultura puede contribuir a la mitigación del cambio climático al reducir la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera. Los beneficios ambientales del biochar son reconocidos internacionalmente y pueden ser atribuibles a créditos por remoción de carbono.
Además de sus contribuciones para la agricultura y el medio ambiente, el biochar también puede tener aplicaciones en la eliminación de contaminantes. Debido a su alta porosidad y capacidad de adsorción, el biochar puede ser efectivo en la eliminación de compuestos orgánicos e inorgánicos del agua y del aire. Por ejemplo, el biochar ha sido utilizado en la eliminación de metales pesados, pesticidas y otros contaminantes del agua.
A pesar de los numerables beneficios del biochar, su uso todavía se encuentra en una etapa inicial. Un desafío es el costo de los sistemas de obtención de biochar y la disponibilidad de materia prima. Aunque el biochar se puede producir a partir de una amplia gama de materiales orgánicos, se requiere contar con concentraciones importantes de residuos orgánicos en un mismo punto, procurando evitar la temporalidad en la disponibilidad de los mismos. Adicionalmente se debe de acreditar que la biomasa utilizada proviene de origen renovable para evitar prácticas como la deforestación no regulada.
No obstante, aun con estos desafíos el biochar sigue siendo una herramienta valiosa para la agricultura y la mitigación del cambio climático. La producción y el uso de biochar pueden ser parte de un enfoque ambiental para las organizaciones y, si se proyecta de manera correcta, puede representar una nueva fuente de ingresos proveniente de residuos, fomentando de esta forma un esquema de economía circular.